Desde que Cristo anduvo por el mundo, su Iglesia está siendo perseguida con saña. Pilatos achacaba a la envidia de los judíos la muerte de Cristo, el hombre – Dios que arrastraba multitudes tras Él en detrimento de la religión mosaica; pero ¿Por qué se sigue atacándola hoy? Difícil cuestión, porque los verdaderos motivos se encubren con razones muy diferentes y contradictorias. Sin embargo:
No hay duda de que el mundo cambiaría en tres días si todos los cristianos, especialmente los católicos, nos comportásemos como tales; pero muchos, cristianos y no creyentes, ocultamos miedosamente...